Gracián Rosenzweig Espinal

Escultor

 

“Para que una obra artística logre su máxima expresión debe ser ejecutada con virtuosismo”

Arte Monumental

Gracián Rosenzweig, (1972) es un artista multidisciplinario, oriundo de la Ciudad de México, cuyas obras más destacadas son sus esculturas monumentales en bronce como la de Emiliano Zapata que se encuentra en Mixquiahuala, Hidalgo (1998). Para llegar a la producción de sus obras monumentales se abrió paso modelando en arcilla y en plastilina, materiales que le dan alma a sus obras en bronce.
Su ambición por el detalle le llevó a diseñar un sistema matemático para lograr que sus esculturas monumentales guardaran con precisión las dimensiones y proporciones exactas de sus modelos originales. Este sistema ha sido adoptado por una gran parte de los escultores contemporáneos.

La calidad del trabajo y sus conocimientos estéticos, así como el dominio de las técnicas de la escultura llevaron a Gracián Rosenzweig a tener colaboraciones con escultores consagrados de la talla de Gabriel Ponzanelli, Ricardo Ponzanelli y Víctor Gutiérrez, entre muchos otros. Sus colaboraciones han sido principalmente a través del uso de su sistema matemático de ampliación para esculturas monumentales.

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Arte Conceptual

Sus obras talladas en madera y mármol, así como sus modelados en fibras de metal forman parte de su amplio repertorio artístico que también ha tenido alguna presencia en la pintura al óleo y dibujos al carbón. Gracián Rosenzweig comparte la idea de la escuela clásica que considera que los artistas deben dominar con maestría las técnicas pictóricas y escultóricas.

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Arte Sacro y Restauraciones

No hurtó su talento ya que es nieto del escultor Leopoldo Espinal, cuyos trabajos versaron principalmente en esculturas con temas ecuestres y sobre diversos animales. A los 15 años se hizo aprendiz de don Salvador Vidargas quien fue uno de los principales escultores y restauradores de la imaginería religiosa mexicana del siglo pasado.
En el taller de escultura y restauración de don Salvador aprendió los secretos de la talla en madera y del estofado en oro, tal como se hacía originalmente en el siglo XVIII y actualmente Gracián es uno de los pocos herederos de esta tradición y continúa produciendo tallas en madera con este acabado.

Hoy, con una trayectoria de más de 30 años dedicados en cuerpo y alma al arte, Gracián Rosenzweig se erige como un escultor experimentado y con una madurez que le permiten emprender grandes proyectos y al mismo tiempo con un ímpetu y una frescura propios de su edad que prometen hacer historia en el mundo del arte.